7 de noviembre de 2008

Fanáticos occidentales



Este video prueba que no hay valores mejores que otros. Lo que se muestra aquí no es una salvajada sino una particular expresión cultural que hay que respetar y aceptar. Es una flagrante muestra de etnocentrismo occidental pretender erradicar este tipo de prácticas. Nuestra estrecha mente occidental está ocluida por tanta basura consumista. Nos miramos tanto el ombligo que no sabemos mirar esto como lo que es: una libre elección fruto de la especial idiosincrasia de estos pueblos. Solo un ser perverso como el occidental querría extirparles estas arraigadas tradiciones a estos pueblos que eran puros y limpios hasta la llegada de los colonizadores. El deseo malvado de querer arrancar estas sanas y viejas usanzas evidencia que la única aspiración del occidental es aniquilar las costumbres que no son las suyas. La mente del occidental está oprimida por tantos prejuicios. De todos es sabido que Occidente no ha producido valores extendibles al resto del mundo. Todas las creencias y costumbres son igualmente válidas, porque es imposible afirmar que una práctica es mejor que otra. No hay valores mejores que otros. Es tiempo de terminar con la dictadura de Occidente sobre los pueblos sojuzgados. La diferencia entre lo bueno y lo malo no existe. Esa necia discusión solo proviene de occidentales fanáticos que no cejarán hasta imponer a los pueblos libres sus caducos, añejos y ridículos valores.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Despúes de leer la barbaridad que has escrito hoy, gustosamente sería yo la que extirpara tus genitales de forma que nunca más sintieras placer.
Creo sinceramente que ni siquiera sabes de lo que estás hablando.
No mereces ni el comentario, sólo que soy incapaz de permanecer callada ante semejante disparate.

Juan Pablo Arenas dijo...

Creo que no nos estamos entendiendo. ¿De verdad crees que estoy de acuerdo con una burrada semejante como es una ablación de clítoris? Me parece que o no supe expresarme o la ironía con que escribí no se captó en absoluto.

Anónimo dijo...

Uffff, menos mal, es un alivio,
es que no capté la ironía, la verdad. Una está tan sensibilizada con su clítoris...
Había pensado denegarte la palabra de por vida.

Tobias dijo...

Esta vez la sorpresa vino al leer los comentarios. No se si es porque te conozco, pero jamás se me hubiese ocurrido malinterpretar tu texto. He de confesar que no he podido ver el video, en cuanto me enteré de qué iba, preferí leer sin mirarlo. Quizás dentro de pocas décadas sea un documento de una práctica salvaje del pasado?
Buen fin de semana!
T

Juan Pablo Arenas dijo...

Jopetas Tobias, no te me declares en huelga de párpados caídos. Necesito que estas cosas se sepan para que luego, cuando me pongo a clamar contra la Alianza de Civilizaciones, me llamen fascista, pero un poco menos. Puedes ver el vídeo porque lo que se muestra es un antes y un después.

Tobias dijo...

No te preocupes, que estas cosas se sabrán... De hecho, creo que lo que me imaginaba mientras escuchaba el vídeo pero me concentraba en el texto evitando ver las imágenes era mucho peor de lo que realmente pasaba. Los berridos de la niña eran aterradores.
Yo defenderé una alianza de civilizaciones con los civilizados, mientras tanto, estoy contigo.

Anónimo dijo...

Si bien, a priori considero que tu opinión es la correcta no considero que la culpa la tengamos los occidentales, la imposición de valores junto con los intereses económicos han sido los motores de todas las guerras del mundo (la religión también es un grupo de valores y tradiciones culturales), tanto de occidentales, como orientales, africanas... así que no nos flagelemos por hacer lo mismo que han hecho todos y desde que el hombre es hombre... la única diferencia es que por lo general (salvando a los norteamericanos y cuatro colgados más) actualmente los occidentales intentamos "globalizar" nuestros valores con campañas de publicidad, vendiendo humo, o con apoyos y restricciones económicas... y la verdad es una forma mejor de conseguirlo que la que se ha empleado durante milenios. Ojalá un grupo de países se presentase como adalid en España (por ejemplo) para eliminar tradiciones como el toreo o como las costumbres de los fanáticos seguidores del Opus Dei o tantas, tantas otras cosas...

Juan Pablo Arenas dijo...

Estimado caballero. Veo dos discursos contradictorios en su argumentación. Por un lado no ve culpa de occcidentales y luego sí la ve. Primero: veo que la ironía del texto no se capta sin conocer a quien la escribe. Ni Occidente tiene la culpa de una ablación, ni ningún occidental. La imposición de valores nunca fue un motivo de guerras en la historia. Cuando un pueblo invadía un territorio lo hacía por causas de económicas. Pero ver eso como una imposición de valores es una típica muestra de ver el pasado con moral del siglo XX. Tampoco estoy muy de acuerdo por la tópica defenestración de los americanos. Me pregunto cómo habría usted acabado con los talibanes afganos si no hubiera sido con la violencia. ¿Con campañas de televisión? ¿Con indirectas?. No comparto su visión del toreo, porque si me pareciera tan mal tendría que dejar de comer jamón ibérico a fin de ser coherente y no pienso hacerlo. Además, aunque a mí no me gusten especialmente los toros son de las pocas cosas reales que van quedando. En cuanto al fanatismo del Opus, lo invito a leer las cosas que dicen ciertos imanes islamistas. Los del Opus Dei son personajes de Disney al lado de ellos. Los del Opus me dan risa, pero los imanes me dan miedo.