16 de septiembre de 2009

RAF - Facción del Ejército Rojo - Cuando la ideología emborracha.


Al calor de los dos guardias civiles asesinados en Mallorca por los valientes gudaris etarras, me acordé de una película que vi este invierno. La película es fantástica y apenas tuvo repercusión en España. Parece mentira que una sociedad azotada por el terrorismo no se fije en películas tan bien hechas y que hablan de cosas tan cercanas a nosotros.

Me refiero a “
R.A.F. Facción del Ejército Rojo” una película basada en la historia del grupo terrorista alemán Baader-Meinhof.

La película muestra, de forma transparente, el proceso por el que un grupo de jóvenes -emborrachados de ideología- puede terminar convertido en fanáticos enloquecidos incapaces de asumir las consecuencias de sus actos y cegados por su hueca e incoherente verborrea.



La película enseña qué ocurre cuando un radical -ciego de odio y rencor hacia su entorno- explica la complejidad del mundo con cuatro frases simplonas y mal construidas. La película expone el mecanismo mediante el cual unos individuos someten su vida y la de sus familias a la ideología más pobre y esmirriada y desprecian todo aquello que no encaja en su mundo mítico e ideologizado.

Para los miembros de la RAF –al igual que para muchos miembros de la izquierda española y la mayoría de los nacionalistas- todo aquel que no comparte sus métodos es un fascista. La palabra "fascista" es balsámica. Desahoga a quien la profiere y le hace sentirse superior al resto de la Humanidad. La fragilidad de su pensamiento es tan intensa que todo lo basan en hacerse las víctimas; viendo conspiraciones, confabulaciones y complots donde solo hay intentos de racionalizar y combatir sus acciones. 



Es siempre sorprendente la fascinación que los terroristas ejercen sobre las personas de izquierda que los admiran, merced a las piruetas racionales –bien empapadas de ideología- más extravagantes. Valga como ejemplo esta bitácora de un pacífico librero de Madrid, quien dice querer hacer un altar con una foto recién encontrada de la terrorista alemana Ulrike Meinhof. Ese sigiloso vínculo entre la izquierda y el no respeto a las leyes.

La película arranca con una clásica canción de Janis Joplin:
“Oh Lord won’t you buy me a Mercedes Benz”, un tema de los 60 en el que se percibe el rencor y el resentimiento que subyace en tantos adscritos a la izquierda. Porque lo que Marx llamaba “rencor entre miembros de distinta clase” no es más que envidia de quien tiene más que tú. 


Como al izquierdista occidental no le apetece trabajar para aprovechar las ventajas que el sistema ofrece y así tener todo lo que envidia de quien sí trabaja, lo que hace es robar y matar. Pero el terrorista de la película lo justifica diciendo que es “apropiación de la plusvalía del trabajador”. Si se roba a un rico no es delito, porque se le está devolviendo al pobre lo que le pertenece. ¿Cómo se le puede devolver lo que nunca fue suyo?


Es el viejo mito izquierdista de que la riqueza se consigue porque se le quita a un pobre lo que ahora es del rico. Un viejo mito que continúa siendo fructífero porque se alimenta de otro mito: que la riqueza es limitada y que hay que distribuirla. Señores: la riqueza se genera.

La película es apasionante en describir las razones por las que cualquiera puede acabar en un grupo terrorista. Desde delincuentes comunes sin lecturas ni ideales, hasta mujeres engañadas por sus maridos que sienten que no tienen nada que perder. Todo esto recuerda al etarra
Arkaitz Goicoetxea, gangoso, y de quien las mujeres se reían durante su adolescencia. ¿Cuántos etarras que se sienten perdedores y mediocres habrán pegado tiros en la nuca? Más de uno. De igual modo que muchos hombres desdeñados por las mujeres se convierten en violadores. Pero no simplifiquemos ni juguemos a ser Freud. Esto no explica, sino que ayuda a describir.

Otro ilustre ejemplo de resentidos metidos a exaltadores o asesinos es
Jean Paul Marat. Marat era un médico venido a menos que terminó viviendo en las alcantarillas de París. Durante la Revolución Francesa, usó todo su rencor y rabia de haber sido un paria sin un mendrugo de pan que llevarse a la boca, para ser uno de los más enloquecidos exaltadores del terror. Veía conspiraciones por todos lados y pedía sangre y guillotina sin parar: igual que un terrorista de hoy en día. A pesar de que tuvo un final aciago y fue asesinado, Marat fue elevado a la categoría de Dios y su nombre sustituyó al de Cristo en muchas iglesias y monasterios de París. Lo transformaron en un santo laico, de similar modo a como hoy mucha gente trata – terroristas incluidos- la figura de Ernesto Che Guevara


El mito del Che Guevara es tan fuerte y arraigado que un guerrillero que toda su vida usó la violencia ha terminado convertido en un icono de la paz. No es raro ver su rostro en cualquier manifestación pacifista. Un personaje que tenía muchas semejanzas con Robespierre y Marat, durante su Reino del Terror, ha terminado convertido en Gandhi.

Quizá una de las razones más llamativas por la que hay tanta gente que comprende, disculpa y jalea el terrorismo es ese barniz de intelectualidad o de fondo ideológico que muchos –erróneamente- le adjudican. Basta con que un terrorista llene sus declaraciones de términos vacíos pero sentimentalmente muy impactantes para que haya alguien que se declare seguidor de un grupo terrorista.



Términos como: “liberación de los oprimidos; “capitalismo salvaje”; “imperialismo”; “liberación del Tercer Mundo” son todos ellos sintagmas vacíos de contenido pero que impactan fuertemente la sensible conciencia del occidental. El occidental sabe que, para ser progresista, ha de sentirse culpable. La culpa es inseparable del pensamiento progresista.

En la parte de la película que transcurre en Jordania se ve la bobería y la ignorancia con la que el terrorista –y por ende, el seguidor del terrorista- defiende causas que desconoce y de las que solo ha oído hablar de lejos. La acción se desarrolla en un campamento de entrenamiento de terroristas en Jordania en el que los roces son constantes por la indisciplina de los terroristas alemanes, en comparación a sus iguales –o hermanos según ellos- palestinos. 



Todo estalla cuando las bellas terroristas germanas deciden tomar el sol desnudas, ante las miradas atónitas y excitadas de sus hermanos palestinos, que no comparten que una mujer exhiba sus vergüenzas. Esta genial escena demuestra el grado de desconocimiento e ignorancia que tiene tanto necio –sea terrorista o no- del mundo al que dice defender. En su locura defiende con fanatismo al fanático y se siente hermanado con quien cree que es como él. Los sentimientos de vinculación que se establecen son disparatados y absurdos entre gente que se cree oprimida.

Por esta razón, la noticia de un padre musulmán que acuchilla a su hija porque ella no quería tener un novio musulmán se cuenta de manera aséptica en el equidistante y progresista diario
Público. Es distinto leer la noticia en el diario El Correo Español de Bilbao. Un periódico este último, por cierto, al que ETA ha puesto varias bombas. Nada como no sufrir en tus carnes el azote del terrorismo para ser un abanderado de la equidistancia y la objetividad pacifista y progresista.

De igual modo que hay chicas progresistas que disfrutan enseñando las bragas al vestir y llevando una vida de continua fornicación, pero que luego defienden el velo y la sumisión de la mujer en el Islam. ¿Qué mecanismo mental lleva a defender lo que no querrías para ti? ¿Por qué se defiende para otro país lo que no querrías para el tuyo? De nada parece importar que a una
joven malaya se la condene a ser azotada por beber cerveza; o que a una periodista sudanesa se la quiera azotar por llevar pantalones; o a los egipcios cristianos coptos a quienes se detiene por no guardar el ayuno del Ramadán.

El progresismo de hoy ha sustituido “los pueblos oprimidos” por la “ecología” y la “antiglobalización”.
Los métodos y el fanatismo siguen siendo similares como se les vio cuando intentaron quemar vivo a un policía en Estrasburgo y cuando consiguieron quemar un hotel en la reunión de la OTAN de abril de 2009. Da igual lo que hagan, porque los malos siempre seremos nosotros: los fascistas. Ellos lo hacen con la bendición de quien opera bajo la hoz, el martillo y la bandera de la igualdad. Ellos luchan por nobles ideales, bajo la manta de paz y amor que empapa cualquier estupidez que se haga en nombre de la izquierda.


Por favor, vean la película.

10 comentarios:

Tobias dijo...

JP qué guapa la peli del complejo Baader-Meinhof. Yo la vi aquí en Tampere, la daban en un cine normal, compartiendo cartelera con los taquillazos del momento. A mi se me quedó más la idea de que la mayoría eran unos chavalines manipulados que de tanta comedura de cabeza perdían la noción de lo que es ético hacer y de lo que no. Por supuesto, dentro de cada grupo de estos hay gente perturbada y también gente con las ideas claras a quien se la suda reventar a otras personas para conseguir sus objetivos. Estos suelen tomar el mando y preparar las masacres. Pero a mi realmente me sorprendió que muchos estaban convencidos de que lo que hacían era por el bien. Que habían llegado a esa visión del mundo no de un día para otro, sino paso a paso por encima del límite.
Yo seré el último que defienda a este tipo de gente y a los alternatas del mercedes. Pero creo que en muchos de estos terroristas de la peli podía más la ignorancia que la hipocresía. Me pregunto si en el caso del País Vasco pasará lo mismo. Cuántos habrá que tengan el cerebro comido con manteca de cerdo autóctono vasco y luego en casa no se van a dormir sin que la abuela les haya dado un besito de buenas noches en la frente?
Es interesante investigar todas estas cosas, porque pueden contribuir a la solución contra el terrorismo.
Lo que está claro es que a veces los cauces 'normales' no son suficientes para conseguir un cambio en una sociedad que pase lo que pase (corrupciones, engaños, pelotazos, ...) sigue apoyando a los 'rojos' o a los 'fachas.' No se, tiene mucha chicha esto :)
No he tenido tiempo de sentarme tranquilo a contestar antes, pero he estado dándole vueltas a tu texto desde que lo colgaste.
Un abrazo!
T

Juan Pablo Arenas dijo...

Pero lo apasionante es qué tienes en tu cabeza anidando antes de que te lleguen a comer la cabeza desde el exterior. Para que te puedan lavar el cerebro tienes que tener un germen de verborrea vacía que puedan sembrarlo con ideología simplona.

En mi modesta opinión, la seducción que la izquierda ejerce en las mentes tontas y jóvenes es la razón que mejor lo explica. Por supuesto que no significa que ser de izquierdas sea equivalente a ser terrorista. No. Por supuesto que no. Pero la izquierda tiene un mensaje que envuelve y enreda como los suaves brazos de una mujer.

La izquierda asegura que el socialismo es una especie de religión que TODO lo puede resolver. No hay más que escuchar a gente como Evo Morales o Hugo Chávez para ver que en 10 minutos tienen resueltos los problemas del mundo. Ese tipo de doctrina es muy atractiva para cualquier chaval de 16 años que ve que en el mundo pasan cosas feas.

A esto se le añade otra serie de rasgos como es el simpatizar con las causas violentas y creer que lo que ocurre en Sri Lanka o el Congo es trasladable a lo que pasa en España: como si los orígenes de los conflictos fueran los mismos. Dejan de ver las causas separadamente y solo ven grupos nebulosos e indefinibles como "imperialismo" o "fascismo".

De ahí que no sea raro que un independentista catalán se sienta cercano a un palestino, a un venezolano chavista, a un talibán o a un indio boliviano.

Se siente parte de una especie de vínculo universal que los enlaza y los hermana frente al mal. Por supuesto, el mal son los EStados Unidos, España, el capitalismo, Microsoft y cualquier cosa que ellos definan como enemigo.

Pero quizá el aspecto que todos tienen en común sea que son antioccidentales. A pesar de que la mayoría de ellos son occidentales sienten un profundo desprecio por todo lo que Occidente representa y se sienten alegres y dichosos por la muerte de marines estadounidenses, pero se sienten tristes y conturbados por la muerte de un talibán.

Cree que un talibán es de los suyos y que sería su colega del alma si se conocieran.

En mi caso, a pesar de todos sus defectos, me siento cada vez más atraído por Estados Unidos y sus principios.

Son el único país del mundo -quizá con Israel- que no se avergüenza de ser occidental, que no se avergüenza de sus orígenes cristianos, y que no se avergüenza de ser lo que son. Son una sociedad que tiende a proteger al individuo frente al Estado y que prefiere que el dinero esté en el bolsillo del ciudadano antes que en el bolsillo del Estado. Tienen una prodigiosa cultura del esfuerzo individual y saben premiar a los que son buenos en su labor. Por eso hay tanta gente que no se fía de Obama: porque parece más un europeo acomplejado que un estadounidense.

En cambio Europa quiere cada vez más que el Estado sea como Jabba el Hutt: un gordo insaciable que sabe mejor que yo lo que es mejor para mí y que sabe mejor que yo en qué me debo gastar mi dinero.

No es extraño , por lo tanto, que el terrorista y el simpatizante de izquierdas crean que Estados Unidos, Israel, el capitalismo, los banqueros, las oligarquías o conceptos similares son todos basura del mismo basurero. Aunque ninguno de ellos sabría explicar qué es el capitalismo en 10 frases, ni menos sabría decir por qué es tan pernicioso.

JP.

Tobias dijo...

Igual somos nosotros como sistema los que sembramos esa semilla de la verborrea vacía. Al enseñar de manera imperfecta el pensamiento crítico. Sí, algo de eso se supone que se aprende: razonar. Pero si el razonar no es más que escuchar los argumentos que te dan la razón, o razonar basándose en una postura, entonces no estamos siendo críticos de verdad, sino trabajando a un nivel muy inferior a nuestra capacidad, pero un nivel deliciosamente maleable.

De peques nos enseñan a comparar y a formarnos una opinión más o menos fundamentada. De jóvenes somos rebeldes, por las hormonas, así que los argumentos de papel-cartón revolucionarios cuelan muy bien en la gente joven. Y creo que no es despreciable la cantidad de tíos que se hacen progretas con la esperanza de meter porra con alguna nena moderna y desinhibida. Sería merecedor de estudio.

Por otro lado, te pones a contrastar, a tirar del hilo de noticias e informaciones y concluyes que de tanta fuente que hay con sus propios intereses, es casi imposible poderse fiar de ninguna. Al final mandas a tomar por culo todo y cuando quieras echarte unas risas amargas, te acercas al ruedo para ver como se tiran mierda unos a otros.

Coincido en que el modelo occidental ha sido el que más libertad individual ha traído, evolucionando (y muchas veces pese a) los orígenes cristianos. También pienso en que hay muchas cosas mejorables, lo suficientemente como para no plantarse y decir que lo que tenemos ahora es el no va más.

En fin, lo bueno es que nunca sabemos lo que nos asombrará mañana. Me voy a sobar, a ver si me tienes preparada una sorpresa para cuando me despierten los de la fumigación a las 8.
Besones!
T

Juan Pablo Arenas dijo...

Ya sabes que el relativismo - esa doctrina que dice que no existe ni el bien ni el mal- se empeña en decir que Occidente es la causa de todos los males.

Yo sostengo que Occidente -con todos los peros que le podamos oponer- es el lugar donde más libre y mejor se vive. Y que los países occidentales -Europa, América, Japón e Israel- son los países qué más respetan las libertades individuales.

Está claro que la Iglesia Cristiana -sobre todo en España- fue responsable de mucho atraso y de mucho fanatismo, pero eso ha quedado atrás y en Occidente se puede criticar a un cardenal o un obispo sin que te quemen o lapiden. Intenta hacer eso en un país islámico.

Yo creo que internet ha propiciado mucha mayor libertad y variedad de información. Si puedes, léete este artículo que acuña un término llamado "periodismo disperso" http://www.libertaddigital.com/opinion/daniel-rodriguez-herrera/los-ultimos-exitos-del-periodismo-disperso-50924/

Ten cuidado y que los fumigadores no acaben con Gregor Sampsa, jajaja, un abrazo.

JP.

Unknown dijo...

hola soy el timbaler del bruc, hacía tiempo que no pasaba por aquí. Interesante el post. Lo único que faltaría añadir es que si la izquierda ha ganado la batalla "moral", será porque la gente de derechas/conservadora/nacionalcatólica algo habrá hecho rematadamente mal. Un poco de autocrítica nunca viene mal. 40 años agarrados a las faldas del caudillo y a las sotanas de los curas es lo que tiene.
A mí el Che, como iamgen icongráfica me gusta. por supuesto no fue ningún santo: fusiló y se pasó por la piedra a unos cuantos (negarlo es de necios), eso sí, como tantos otros en la historia que hoy dan nombres a calles, plazas y avenidas, algunos de ellos santificados por la santa madre iglesia. desde el cid Campeador hasta los reyes católicos todos tienen las manos manchadas de sangre, excepto un servidor, cuyo único mérito fue tocar tan rematadamente mal el tambor, que hizo huir a los gabachos. Si hubiera sido más diestro, y hubiera tenido más pericia, los enfants de la patrie me hubieran trincado, y seguramente me hubiera ofrecido a colaborar voluntariamente con ellos. Que para héroes, ya está el cementerio lleno. Prefiero ser un traidor vivo. En fin, que como todo en esta vida, las cosas se reducen a la mínima expresión: el mito, el símbolo y el icono. Nada más. Yo no creo en Dios (o Alá), ni en la patria, ni por supuesto, en el Rey. No tengo nada contra el entrañable ciudadano Juan Carlos, pero manda huevos, como diría Trillo, que hayan tenido que pasar 300 años para encontrar un Borbón que no haya sido un déspota hijo de puta con su propio pueblo. En todo caso, y volviendo al Che, hay que decir que como cuadro de popart de Warhol queda estupendamente en cualquier recibidor.El éxito del Che, hay que encontrarlo precismente ahí, en esa mítica foto.Por lo demás el término "progresista" apesta tanto como los llamados "liberales", que para mí son más de lo mismo desde el otro lado. Zapatero es un zoquete, Rajoy un pobre hombre, Aznar un déspota, Federico Jimenez Losantos un iluminado salvapatrias aprendiz de Goebbels, y los nacionalistas (todos) unos cansinos patriotas de ínsulas baratarias. ESo sí, ya puestos ha buscarle el punto auténticamente español a todo esto, me quedo con tres episodios nacionales: La ex ministra Maleni dando una de sus míticas explicaciones en el congreso; Federico Trillo arengando a las tropas del Salvador con el mítico, Viva Homduras!; y el viaje de Carod Rovira y Pascual Maragall en Israel haciéndose fotos con la corona de espinas. Spain is different! En fin, que me ido del tema...
Recuperando el hilo de tu post: las ideologías no sirven para una puñetera mierda si las antepones a las personas. En el momento que matas a alguien en nombre de...pierdes toda la razón, y dejas por los suelos el ideal por el que estabas luchando. En fin, que yo personalmente no puedo adscrivirme a ninguna de ellas, me gusta demasiado el dinero, y no creo en la "solidaridad" así que no puedo ser de izquierdas; pero tampoco me gusta una mierda la derecha española, que se agarra a las faldas de los obispos y del opus dei, y tampoco me gustan los nacionalistas, porque recelo de la gente que cada tres palabras una es "patria" o "nación". Ni Dios, ni patria, ni rey, aunque no soy anarquista. Si algún día atracara un banco, no sería para recaudar un impuesto revolucionario, sino única y exclusivamente para mi deleite personal en una república bananera. Como el Dioni.
Un saludo, y perdón por la extensión. Gora España Lliure!

Anónimo dijo...

Estimado Timbaler:
Se echaban de menos tus aporreadas y redobles por estos solitarios predios. Sé bienvenido.

El problema de la derecha española es que es una masa acomplejada que ni siquiera se atreven a llamarse de derechas no sea que los ahorquen. Unos se aprovecharon de la estulticia de los otros. Pero no creo que la excusa de Franco sea válida a estas alturas. Llevamos tantos años de democracia como años con Franco y seguimos hablando de Paco del Ferrol. Yo creo que ya vale de usarlo como arma arrojadiza. Y en eso, los de izquierda y el presidente Zapatero son dioses afilados. A mí me parece genial que te guste la imagen del Che, como si te gusta la de Marilyn o de Andy Warhol. Lo que es de coña es que se haya convertido en un icono pacifista. Que no falte una manifestación pacifista donde no falte una imagen del Che es de chirigota gaditana. Yo creo que tú sí crees en la patria. Que por algo tu primera intervención en estos predios se debió a acusarnos de castellanismo centralista y mesetario. Lo que pasa es que los de izquierdas consideráis el no va mas de la modernidad lo de decir que no hay patrias y que son un residuo del Pleistoceno. Pero nunca recordáis que esas denostadas patrias nos han traído vacunas, calefacción central, ordenadores, noches tranquilas y cosas así. Supongo que, porque no hay patrias, son los mexicanos quienes intentan entrar en EEUU y no al revés.

Yo no sé qué identificas tú como liberal. Te recomiendo la lectura de “Camino de Servidumbre” de Friedrich Hayek. Verás que los buenos liberales son más apátridas incluso que tú, porque comienzan renegando del Estado que es un lastre más cargante que la Patria y que encima nos sangra los bolsillos y se lo queda sin darnos recibos. Los liberales creen en el individuo y no es una doctrina, por lo tanto, no genera fanatismo, pues no propone sistemas mágicos que resuelven todo. Eso se lo dejamos a los socialistas que se pasan la vida enumerando la salvación eterna y, al igual que el Cristianismo, falla cual escopeta de feria. Pero les votan y se sigue creyendo en Dios: curiosamente.
Veo que no te gusta Jiménez Losantos pero a mí sí. Al menos es el único periodista que maltrata a todos y que llama necios a unos y maricomplejines al PP. Dime periodistas que hagan eso. Y encima Gallardón, que es del PP, le puso un pleito y ganó. Yo creo que eso es un síntoma. No me digas que no te da risa leer una noticia del PSOE en Público del trotskista Jaume Roures.

Las ideologías fallan porque dan explicaciones simplonas a problemas muy graves y complejos. Cada vez que un político dice que hay que currar a destajo y que nos va a costar un montón salir de la crisis, no le vota ni Dios; pero en cuanto un memo promete el maná y la salvación eterna le votan todos. Las soluciones fáciles no existen. Existe el curro y el curro y más curro. Coincido contigo en que no me gusta la izquierda ni la derecha, por eso me siento a gusto sintiéndome liberal y sintiendo que creo riqueza sin que el Papá Estado me tenga que decir lo que he de hacer.

Yo no creo mucho en Dios, pero veo que quienes tanto reniegan del Dios cristiano se sienten súper bien con el Alá islámico, así que, ante la disyuntiva, me quedo con el Dios cristiano. La patria sí me gusta porque me recuerda de dónde vengo y lo que fui y qué fueron quienes anduvieron por aquí antes que yo. No necesito restregarle la bandera a nadie: lo vivo como un acto íntimo que a nadie interesa. El problema es cuando te viene un berzas a decirte que su patria es buena y la tuya una mierda. Y encima que la tuya no existe. Y el rey no es santo de mi devoción pero sé que tener una república no me asegura vivir mejor. Mira la República Bolivariana de Hugo Chávez.

Me gusta tu despedida: Gora España Lliure.

Cuídate Timbaler y escribe lo que se te antoje siempre que quieras.

Anónimo dijo...

Un saludo de nuevo, desde la montaña helada del Bruc, joder la rasca que hace ya...
bueno lo de tener o no tener patria es un decir, más o menos como lo de los documetales de la 2: que todo el mundo dice verlos, y luego no llegan ni al 2% de audiencia. Mentimos hasta en las encuestas anónimas... Es evidente que vengo de donde vengo, que he nacido aquí, y no en mongolia, con lo cual si mi dni pone que soy español, pues eso. Otra cosa es que cuando oiga el himno nacional ( o els segadors por ponerte la otra cara de la misma moneda) me ponga a levitar de emoción mística. como dice Loquillo en la "mala reputación": "en la fiesta nacional, yo me quedo en la cama igual". Y eso me vale tanto para el 11 de septiembre como para el 12 de octubre. Después de todo no deja de ser un cuestión de sentimientos, o lo tienes o no lo tienes, y ya está. Soy catalán y por tanto soy español, pero ni me gustan las sardanas, ni los toros, ni el flamenco, y fernando alonso me cae el culo. Ah, y aunque soy de barcelona, ni soy diseñador, ni dj, ni moderno, ni gay. Y por supuesto, soy ecológicamente insostenible: no hago reciclaje, no colaboro con ninguna ong, y cojo el coche hasta para ir a la vuelta de la esquina. Tampoco dudaría en defraudar a hacienda si tuviera algo que defraudar. Soy un pésimo ciudadano y un mal patriota, que no cree en Dios, ni en Alà.

Anónimo dijo...

lo que nos une a todos los que vivimos en la piel de toro, no es un idioma como dice la exsocialista y muy patriota Rosa10, lo que no une realmente es nuestra especial habilidad por mangonear y aprovecharnos de lo ajeno. a nadie se le ocurre hacer un rascacielos a dos palmos del agua como en el levante español, toma gurtel. los valencianos siempre han sido un poco raros, solo ellos podían inventar la ruta del bacalao. en todo caso, lo que pasa con los trajes de fallera de Camps no es exclusivo de los ches. en andalucía Chaves dirige su cortijo, como en su día hizo Fraga en Galicia o Pujol en catalunya, y como hará tarde o temprano, si no lo hace ya, la dama de hierro madrileña en tu comunidad. Eso sí, los malos y los chorizos siempre van a ser los otros, porque cuando atacan a los míos, resulta ser una campaña mediática orquestada, un contubernio organizado por los del otro lao de la trinchera. Gonzalez lo llamó el Sindicato del crimen cuando lo de roldán, y los del pp una conspiración gubernamental del grupo prisa. el caso es que roldán era un santo, filesa un invento y el sobreprecio del velodromo de palma cuatro duros de nah. Por aquí tenemos el caso Millet, rebautizado como Billet (billete). un prohombre de la sociedad civil catalana, cruz de sant jordi incluida, que ha estado metiendo mano en la caja desde el año 1 AC. Eso sí, el hombre era un patriota: Visca Catalunya.
En fin, que cuando ves todo esto, solo te quedan dos opciones: o cabrearte como una mona, o tomártelo a guasa. Yo prefiero lo segundo, y otros, como FJL, prefieren la primera opción y se lo toman a la tremenda, hasta el punto de que pierden la noción de la realidad: se ven a sí mismos como los salvadores de la patria. si encima resulta que tienes una legión de seguidores y otros tantos detractatores, al final acabas completamente desquiciado, como Maradona: o conmigo o contra mí. Es posible que este hombre diga verdades como puños en muchas ocasiones, pero también miente como un bellaco en otras tantas. Eso si, yo tengo una concepción muy amplia de la libertad de expresión, así que FJL tiene todo el derecho del mundo a decir lo que le venga en gana sin necesidad de que un alcalde lo lleve a juicio. Después de todo nadie te obliga a escucharlo, hay más opciones, por lo que no estoy de acuerdo con toda la gente que lo quiere hacer callar: Si no te gusta, no lo escuches, así de simple. Eso sí, lo que debería aprender este monstruo, es que lo que vale para otros, también vale para él: tiene un pésimo sentido del humor. es muy fácil chotarse de los demás, pero cuando le tocan a él se pone como una moto. Y amigo, hay que estar a las duras y a las maduras. Es por eso por lo que no me gusta este hombre. soy de los que piensan que si un día se muerde, se envenena. Destila odio cada vez que habla. En todo caso que FJL sea así, no convierte al Gabilondo, al del Olmo o al Herrera en los paladines de la objetividad. No dejan de ser todos unos radiopredicadores de la verdad que les gusta oír a los suyos. porque todo es subjetivo, el periodismo no es, ni será, objetivo. eso si, puede tener mucha mala leche.
personalmente puestos a desinformarme, prefiero "el jueves" o el "polonia" de TV3, al menos pasaré un rato agardable con las cagadas de mis honorables compatriotas. Y menos mal que Laporta está que se sale últimamente, jaja. Qué fenómeno el tío. bueno lo de los presis del Barça da para escribir un libro. vaya tela, y eso que soy culé.
En fin, que voy a seguir dándole a las baquetas a ver si aprendo a tocar, antes de que me denuncien los vecinos por "contaminación acústica" y "violencia machista contra el medio ambiente".
Saluz!
"Con Dios, con la Patria, y con el Yate del REy"
El timbaler.

Juan Pablo Arenas dijo...

Salud de nuevo, Timbaler:

Yo en el asunto de las patrias evito el verbo "sentirse" porque es un verbo ambiguo que no dice nada. O se es algo o no se es nada. El Documento Nacional de Identidad es la única verdad objetiva y empiricamante demostrable de que España existe. El resto son fantasías o sesiones de espiritismo. Es cierto que uno puedo NO sentirse español, pero yo también me puedo sentir Nacho Vidal o Rocco Sifredi y no por eso lo soy.

Creerás que soy un antiguo, pero el amor a la patria o al dni o llámalo como quieras me parece un modo más de hacer que este engranaje llamado España funcione. He visto países donde eso lo tenían claro y evitaba gastar energías en asuntos triviales. El amor a la patria no te da de comer pero evitaría que se gastasen tantos millones de euros en hechos diferenciales y en reyezuelos bobos. Un solo Estado y no 17 como hay ahora sale más barato. Y una sola lengua y no 6 es más barato y eficiente. Yo lo veo desde un punto de vista puramente funcional. El resto pertenece al ámbito privado.

Y creo que un poco más de amor a la patria evitaría que defraudásemos tanto. Es normal que se quiera defraudar a Hacienda cuando sabemos en qué se lo gastan.

Por supuesto que hay cosas que nos unen -creo que el castellano también- y entre ellas están nuestra admiración por los ladrones -véase El Dioni-; nuestra eterna mala leche y nuestra pereza y amor por tocarnos la barriga. Además de nuestro amor por no leer libros y nuestro amor por matarnos a la mínima.

Sería buena una reforma electoral que hiciera que el político respondiese ante quien le vota y no ante el líder del partido. En Inglaterra tienen una cosa hermosa que son las circunscripciones electorales, gracias a la cual se producen hechos insólitos como esos 50 diputados laboristas que le escribieron una carta a Gordon Brown pidiéndole que dimitiese. Eso sería impensable en España porque los partidos no representan a nadie sino que se han convertido en agencias de empleo en las que hay que callar y tragar para hacerse con un sueldo eterno. Es el sistema el que tiene que garantizar el control del político, no podemos creer en la bondad del político. El sistema tiene que partir de la desconfianza hacia el poderoso al igual que hacen en los odiados Estados Unidos.

Saludos madrileños.

Unknown dijo...

Hola, Oyarzun. Me ha gustado mucho este inserto tuyo: se ve que cuando Lope quiere, quiere.

Desconocía la película. Por cierto, convencido estaba (y estoy) de que la Baader-M. se llamaba "fracción", que no "facción". A saber.

Hasta luego.

José Ángel