29 de diciembre de 2009

¿Nacional? no, estatal


El adjetivo “nacional” se ha convertido en un adjetivo sucio, soez, cargado de connotaciones fascistas, centralistas, mesetarias y opresoras.

El Instituto Nacional de Meteorología
cambió su nombre a Agencia Estatal de Meteorología, quizá porque todos sabemos que las naciones auténticas son Galicia, Cataluña o el País Vasco pero España es solo un triste y modesto Estado Español. “Estatal” es progresista pero “nacional” es fascista.

Acaso lo único “nacional” que nos va quedando sin que se sienta vergüenza ni desdoro es el DNI que aún sigue siendo el Documento Nacional de Identidad. Aunque podría ser en breve el DEI, o sea, Documento Estatal de Identidad.

El pasado 10 de noviembre se celebró en Alicante el undécimo
Campeonato de Tortilla de Patatas de España. El ganador fue un bar de Bilbao llamado Izaro. Como puede verse en la foto, ellos consideraron obsceno catalogar su tortilla como “española” así que la motejaron de “estatal” que en la mente de un vasco de orden es una palabra desprovista de tintes fascistas, centralistas, mesetarios y opresores. Curiosamente, en su página sí que han puesto el cartel del concurso donde aparece la palabra maldita.

El ínclito caballero don Gaspar Llamazares ex-coordinador de Izquierda Unida dijo que Radio Nacional de España
debería quitarse el adjetivo “nacional” y llamarse Radio Española pues así, con el adjetivo “nacional”, tenía connotaciones franquistas.

Es curioso que sea la izquierda quien tan gustosa reniega del adjetivo “nacional” o del sustantivo “España”. Ellos, que son tan laicos y antirreligiosos, se aplican el mismo rasero que los judíos que tienen prohibido decir “Jehová”. Las palabras tabúes son poderosas: da igual que se sea rojo o judío. Es como que la laringe o las cuerdas vocales de los pueblos oprimidos fueran a llenarse de pus al pronunciar ciertos términos. Como si la garganta les fuera a segregar materia fecal. Este ridículo miedo a proferir algunas palabras
fue ironizado con maestría por el grupo inglés Monty Python.

5 comentarios:

Tobias dijo...

Yo creo que estos ciudadanos de bien jamás aceptarían recoger si premio si ganasen en el sorteo de navidad de la lotería nacional...
T

Juan Pablo Arenas dijo...

jajaja, no había caído en eso. Pues sí que cobran la lotería a pesar de ser nacional y de haber llegado de la mano de Carlos III: un rey centralista y Borbón.

Anónimo dijo...

Lo divertido es que vascos, catalanes, gallegos y demás caterba aún no se han dado cuenta que si ellos son naciones entonces España es un Imperio pues un imperio es, según la RAE es un conjunto de estados o naciones. Así que Documento Imperial de Indentidad ya!!!

Anónimo dijo...

LA TORTILLA DE PATATAS CON CEBOLLA hace años que se independizó del estado y de la nación. Tiene vida propia desde que Ferrán Adrián le dio por DESESTRUCTURARLAS. El diseño catalán es lo que tiene, que de un desastre de tortilla hacemos un plato megacool e hipermoderno.
Sin embargo lo más vergonzoso e indignante es lo que te venden en algunos bares: tortillas sin huevo.
Desde aquí aprovecho para pedir públicamente la ilegalización inmediata de la huevina. ¿Desde cuando se ha hecho una puta tortilla en el microondas?
En fin, aprovecho la ocasión para desearte un feliz año del tigre.
El Timbaler del Bruc, un laico musulmán circuncidado por la gracia de Dios.

Juan Pablo Arenas dijo...

Salud Timbaler:

No he tenido el honor de probar la tortilla del señor Adriá pero mucho que me temo que a la chusma nos gusta más la tortilla estatal que-supongo- hacen en este bar bilbaíno.

Yo me niego a comer tortillas nauseabundas en los bares. Y no solo habría que correr a gorrazos a los que perpetran esas tortillas sino a quienes dan gasolina en lugar de vodka.

Feliz año para ti también, aunque el mío es más cristiano que el tuyo.