3 de junio de 2008

Churruca

Yo siempre de enano pensaba que los pueblos tenían que hacer lo que les saliera de la pitorra. Siempre creí en el derecho de secesión. Igual que me voy de mi casa para no aguantar a mi padre, defiendo que cada cual decida su destino como se le antoje. Pero, por supuesto: en igualdad de condiciones, en plena posesión de facultades mentales y sin que haya amedrentamiento de por medio. Nada de esto ocurre en Cataluña o el País Vasco. Allí las ansias de secesión se llevan a cabo con un constante y dictatorial lavado de cerebro. Extendiendo mentiras y callando la historia, cuando no pueden cambiarla.

Estados Unidos se independizó de Inglaterra porque les dio la gana, porque querían mandar ellos. En ningún momento apelaron a ofensas históricas inventadas ni renegaron de su lengua, ni de los lazos históricos que los unían a Inglaterra. Dijeron que mandarían ellos y ya está. Sin más murgas. Y lo hicieron bien. Los 3 primeros presidentes de Estados Unidos: Washington, Adams y Jefferson son un ejemplo a seguir de políticos coherentes, honrados y cultos. Washington no quiso que le pagasen por ser presidente. Adams no destituyó a los ministros de Washington porque creía que lo hacían bien. Y Jefferson decía que el Estado no tiene que meterse en los asuntos de la gente y ha de dejarlos libres. Igualito que un político nuestro de hoy en día.


De igual manera, había militares españoles ilustrados. Gente que no solo sabía pelear y matar como bestias, sino que eran ingenieros y escribían libros. Cosme Damián Churruca nació en Motrico, en Guipuzcoa, en 1761. Estudió en Burgos y luego se fue a Cádiz a alistarse en la marina. Fue cartógrafo e hizo mapas de la zona del Estrecho de Magallanes y de las Antillas y Cuba. Escribió libros de astronomía, cartografía, artillería y construcción de barcos. En 1799, hallándose en Paris, fue requerido para entrevistarse con Napoleón, quien en aquellas épocas era Primer Consul, y que había oído hablar de la erudición del vasco.En 1805 mandaba el barco San Juan Nepomuceno en el enfrentamiento más suicida de la historia: la batalla de Trafalgar. Como sabía que no saldría vivo, dijo: "Antes que rendir mi navío, lo he de volar o echar a pique. Este es el deber de los que sirven al rey y a la Patria". Y eso que era vasco.

El San Juan Nepomuceno entabló combate con 6 barcos ingleses que lo rodearon y cañonearon sin piedad. Los ingleses lo conminaban a rendirse pero Churruca se negaba. Hizo clavar la bandera española al puente de mando para que sus hombres no tuvieran la tentación de rendirla. Una bala de cañón le arrancó la pierna pero él seguía luchando. Su barco sólo se rindió, desarbolado y hecho pedazos, al morir Churruca.Los ingleses, al abordar el San Juan Nepomuceno, tributaron honores al marinero vasco e hicieron formar a sus soldados junto a los derrotados españoles.

El casco del buque de Churruca fue conservado en Gibraltar durante muchos años. Mantuvieron cerrado el camarote del vasco y pusieron una lápida en la que grabaron el nombre de Churruca con letras de oro. Porque los ingleses son unos perros, pero saben reconocer a los valientes y no olvidan su historia. En Londres sigue el obelisco de Nelson, en Trafalgar Square, recordándoles a los niños ingleses cuál es su pasado. Pero claro, los niños ingleses saben quién es Nelson. Y ni los niños vascos saben quién fue Churruca. En Trafalgar sigue sin haber una miserable placa que recuerde a los muertos. Pero los ingleses tienen en Portsmouth el barco de Nelson, el Victory. El perro inglés era un perro valiente. Cuando sus hombres le dijeron que se quitase las medallas para no ser un blanco tan fácil, replicó: "Con honor las gané y con honor, moriré con ellas". Un francotirador francés lo mató de un disparo.

En Motrico, la ciudad natal de Churruca-a la que le habrán cambiado el nombre mil veces para reparar las opresiones causadas- le levantaron una estatua en 1865 que aún aguanta. También hay una placa que reza: "A don Cosme Damián Churruca, vivió para la humanidad, murió por la Patria".

Su placa está constantemente manchada con pintadas que lo llaman traidor y que piden la libertad para la oprimida Euskal Herria, única patria real y verdadera, cuyo origen se remonta a los orígenes del hombre. Churruca estaría muy orgulloso de tanto valiente y analfabeto gudari.

2 comentarios:

Tobias dijo...

Por fin! Ya creí que que se te había tragado los dedos el gato. Necesitamos más entradas!
Un abrazo!
T

Unknown dijo...

Se me saltan las lágrimas. Gran prosa, un artista.